Suelo echarte de menos minutos antes de que te
hayas ido. Suelo pensar que el mundo es un poco menos malo desde que
existes tú. Y no dejo de preguntarme qué es lo que te hace tan grande.
Quiero saber qué hiciste para no dejar espacio a la locura de la que un
día estaba hecho mi corazón, y así, quedarme a tu lado fabricando todos
los recuerdos del mundo, para que un día te vayas a la cama y te des
cuenta que estoy en casi todos los instantes que te hacen sonreír.